No sólo es la trivialización cotidiana de la crisis española al otro lado del atlántico. Es ya esa común nueva pregunta de ascensor al españolito (yo) sobre la situación en el país... Tan vacía como forzada, y podría ser (es) peor, cuando te preguntan por la fanfarria deportiva patria, o cuando te toca ver monstruosidades culturales a las que supuestamente nos dirigimos identitariamente en una especia de caida en picado dentro de una espiral inevitable. Esta es la marca España...
Y transita uno entre tristes imágenes que combinan a toreros con las pelotas de un triunfo futbolístico, o que convierten a personajes Disney en parte de la peor herencia de la imagen de lo patrio.
A punto de cerrar aquí mi frustración recibo correo electrónico de mi madre, administrativa en un centro de salud de la Comunidad de Madrid. Ha intentado llamarme por Skype pero de nuevo se nos han cruzado los horarios:
"Mañana lo intento de nuevo, ahora me acuesto estoy agotada. Te diré que todas las mañanas y yo por tardes nos manifestamos en la puerta del centro. Al principio me daba un poco de vergüenza, pues paramos el trafico unos 10 min. y el conductor del autobús aguanta bien, siempre el mismo a la misma hora,pitando y con pancartas. Los viernes nos vestimos de negro???.y mañana iremos a Neptuno al salir del trabajo.!En fín vergüenza les tenía que dar a ellos!.
Muchos besitos."
Juego de palabras entre castigo y España, la cerveza casera que me abro estos días es una difícil interpretación del estilo granja fermentada con pimentón y azafrán patrio llamada Spanishment...